¿Cuántas emociones experimentamos al beber una taza de café? ¿Cuáles de ellas pueden clasificarse y cuántas otras podemos esperar de un café de alta calidad? El mapa sensorial del café es un excelente método para entender cómo está compuesta nuestra bebida y que podamos hablar de ella. 

Existe un instrumento con un vocabulario común para nombrar esas notas aromáticas y poder comunicarse en el mismo “idioma”: se trata de la rueda de sabores y aromas del café o mapa sensorial del café.

Así como los catadores de vino tienen una lista de parámetros a considerar para hablar de su pasión, de la misma manera podemos acercarnos al mundo del café y desarrollar un análisis exquisito de dicha bebida.

¿Cómo se define el mapa sensorial del café?

El mapa sensorial del café, también conocido como la rueda de sabores del café es un glosario de terminología del café creado en los años noventa por la SCAA (Specialty Coffee Association) y la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia. 

El interés de ambas instituciones permitió desarrollar una representación gráfica para que, tanto expertos como aprendices del mundo del café, tuvieran presente las cualidades que debían analizar de su café.

¿Cómo está compuesto el mapa sensorial del café?

Este esquema ilustra los elementos que se pueden percibir a través de los sentidos, destacan la vista, el aroma y el sabor.

Si te interesa conocer más sobre el funcionamiento del mapa sensorial del café, continúa la lectura.

El esquema puede dividirse en tres categorías principales:

• Vista o apariencia: esto se percibe a nivel físico, es decir, descubriendo el color y la textura de la bebida.
• Aroma: no es posible establecer un único aroma para el café pues dependerá de muchas cosas, como la calidad de la bebida y el proceso de preparación. Además, cada persona es capaz de percibir aromas distintos aunque se tienen en cuenta algunas referencias como aroma caramelo, vainilla, cacao o notas cítricas y florales.
• Gusto: este elemento se percibe desde la acidez, el amargor o dulzor de la bebida. También participan variaciones como la preparación de la bebida y el tipo de café que se haya utilizado.

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Dentro de cada una de estas divisiones encontramos otras cualidades que poco a poco nos acercan a una definición mucho más específica de la bebida que tenemos frente a nosotros.

Por ejemplo, dentro de la categoría de aroma, además de las cualidades más generales, encontramos también tonos almendrados, de avellana, madera seca y tabaco.

Uno de los elementos más importantes del conocimiento y manejo del mapa sensorial del café es que nos permite entablar una conversación más profesional con la bebida favorita de nuestros días.

Dada la descripción del mapa, podemos ver que el margen es bastante amplio. Lo importante es desarrollar el sentido del gusto, olfato y vista en su totalidad para comprender de una mejor manera lo que sucede en nuestro café. 

A principios del siglo 20, el mapa sensorial del café contaba con apenas 13 componentes aromáticos. A día de hoy se pueden identificar alrededor de 850, pero se sospecha que pueden existir más. 

Caffè Diemme: sabores auténticos

Diemme Café se ha caracterizado porque, sin importar el paso de los años, el café ha mantenido el sabor y la calidad original. Dos características clave para asegurar un café de alta calidad.

Nos basamos en el estudio y entendimiento del origen del grano de café de diversas regiones del mundo, para crear perfiles aromáticos y de sabor que resalten lo mejor de cada grano.

Tanto el tueste como el envasado lo realizan con tecnología de última generación y están atentos a los detalles de cada uno de los procesos involucrados desde la recolección del café y hasta la preparación del mismo.

¿Te interesa conocer más sobre el mapa sensorial del café? Te invitamos a probar tu próxima taza de café pensando en cada una de las cualidades que puedas identificar.